ROBOTIZANDO LOS INSTRUMENTOS MUSICALES AFRICANOS

La última aventura que nos tenía preparada Amalí, antes de conseguir la inteligencia de abuela e iniciar la segunda parte del proyecto que nos llevará a otra aventura todavía más emocionante, está relacionada con otra de las grandes maravillas africanas, “la música”.

Como siempre Amalí nos envía un vídeo para que conozcamos otra de las actividades que más les gusta en su tribu, la danza y la música, es algo que llevan en la sangre y saben hacer sus propios instrumentos con esa creatividad que les caracteriza y con enseñanzas que pasan de generación en generación. Amalí nos fue presentado instrumento por instrumento, cómo se construye, su sonido y también nos contaba si era de viento o percusión, aunque de esto saben mucho los chics, gracias a la seño Angelita. No os adelanto nada más o dejo que descubráis sus instrumentos musicales, que seguro hay muchos que no conocéis.

Amalí nos trajo unas tarjetas con los dibujos de cada instrumento musical, en las que estaba escrito el nombre de cada uno, un código QR que al capturarlo podíamos escuchar su música y un espacio para que nosotros escribiésemos el nombre o lo identificásemos en unas tarjetas y los colocásemos en el lugar correspondiente. Con pajitas hicimos un circuito para Blue Bot, colocando cada peque la pajita dónde quería, una vez hecho el circuito colocaron las tarjetas dentro del mismo y la tarea consistía en programar a Blue Bot hasta los diferentes instrumentos. Una de las dificultades que encontraron los peques era que al no existir cuadritos, no podían contar y debían estimar los pasitos que debía dar Blue Bot y otra era que programaban a Blue Bot desde la Tablet. ¿Pensáis que esto fue un problema para ellos? A ver, a ver….

También nos trajo un tapete que colocamos en el rincón del ordenador y allí debíamos programar al robot hasta el código QR, identificar que instrumento sonaba y después llevarlo hasta su nombre. Pero esta vez programando sobre el propio robot.

Esta última aventura no podía estar más interesante. No alcanzábamos a imaginar lo que Amalí nos tenía preparado....

No olvidéis visitar a nuestros amigos de la tribu Tuareg en  “Pequeños Pizpiretos” y a nuestros amigos de la tribu Zulú en  “Un mundo de pequeñas cosas”, para saber cómo están viviendo esta aventura.